Solamente escribiendo, siento que digo lo que pienso.

jueves, 31 de diciembre de 2009

Cuadros de Jorge (parte 2)

Gritos de color rompiendo el silencio.
Alas, de tu roja sangre
derramada.
Luz, que por momentos,
vence la oscura noche
de tu alma.

Alzando tu voz,
renaces hoy en mi mirada.

Sofía Pereira
A Jorge en su exposición




















miércoles, 30 de diciembre de 2009

Poemas para Jorge

Vuelvo a recorrer mis caminos
nuestros caminos dibujados de
colores tan intensos como tu alma.
Me pregunto si hay respuestas.

Sólo cuando me miro en tus ojos tristes
puedo comprender tu sufrimiento.
Todo está inventado sobre una mentira
una farsa o un escenario ficticio.
en la que los actores se han olvidado de si mismos.

Quieres volver a ser niño
salir de tu mutismo y tristeza.
Pero no sientes fuerzas
pues un caballo indomable
te arrastra hacia el abismo.

Objetivo solo uno: sentir amor
sin reproches, sin culpas ni dolor.
Pero se te antoja imposible en
este mundo lleno de prejuicios
y falsos valores.

Quizás la respuesta no esté en ningún sitio
Solo tu sabes que los fantasmas no hace
falta inventarlos.
son nuestros miedos a enfrentarnos a la realidad.

Pero te digo mi querido compañero del alma
que todos somos uno
pues bebemos de esa misma fuente
aunque nuestros ojos no estén preparados para ver.

Yo ahora me empapo de tus sentimientos
de tu sensibilidad y en cierto modo de todo lo
que somos, fuimos y seremos.
una pregunta en el aire ¿qué es trascender?
Pasar a otra dimensión de luz
en la que sueñas que tu sueño ahora es realidad.

Quizás no podías ver el amor
porque el amor eras Tú.
El amor estaba dentro de ti.

Tu mirada me lo dice
Ángel de luz.
al igual que tus palabras calladas
y tus pinturas llenas de vida.

Yo veo que no debemos evadirnos
sino entregarnos a la vida sin miedo.
a la luz , al viento, al agua y sentirnos
de color verde, rojo, azul y violeta.

Yo soy tú, porque me siento con esa
sensibilidad que crea tantas dudas:
pero que solo es AMOR.

Me has enseñado un camino que nunca
recorrí, ni recorreré pues he visto en tus
ojos que no te gustó y querias borrar
las pisadas.
Pues tu alma sufría en silencio
la incomprensión y la lucha por salir
a la luz.
Yo te acepto porque tu eres la esencia divina

Naciste para enseñar, enseñar tu alma desnuda.
Eso te daba pudor y te escondías tras esa
máscara de encierro en un rincón.
Pues no querías que nadie descubriera
que eras un ángel con las alas heridas.

Todo el mundo se disfraza de valor
de hipocresía y de sentimientos ajenos.
Yo te digo: no tengas miedo
pues desnudos nacemos y desnudos
moriremos.

Yo me quito mis vestiduras y las tiro
al pozo del carnaval.
Pues no hay que tener vergüenza de sentir
ni de amar y mucho menos de llorar.

Tu mismo lo dices: eres un niño, pues
no has querido crecer al igual que Peter Pan.
estás ahora en el " País de nunca Jamás"

Nunca más injusticias,
jamás dolor.
Sólo una condición: AMOR Y COMPRENSIÓN.
valores algo olvidados pero impresos
en nuestras venas por tantos siglos.

Te entrego mi humilde poesía hecha de corazón.
Nunca nada es perdido como dice la canción.
              
                                                            Esther Rubio


Llegaste a esta gran Escuela
que es la Tierra
para saber del Amor,
y aprender de la Amistad,
más sólo encontraste soledad.

Comenzaste a pulir tu alma
con las letras de los hombres
y los colores del arcoíris,
con la magia de la Vida
y los acordes de viejas ruinas…

En tu incierto y breve caminar,
sólo hallaste desconsuelo,
y muy pronto te dejaste atrapar,
bajo las garras del miedo.

Un aciago día
descubriste el espejismo
de un oasis en ruinas,
el quimérico amanecer
de tierras brunas y baldías…
donde mora la química de la muerte,
infausta y vacía…
Y te quedaste a vivir,
alma atormentada y errante,
a vivir para siempre,
a morir cada día…
de la mano de monstruos asfixiantes,
y de brujas impías…

Pidiendo socorro,
sin ser escuchado,
porque en tu boca,
como dentro de un sueño,
todo estaba vedado,
en una sociedad
que de escuchar
ya se ha olvidado.

Duro el aprendizaje que te acogió,
funesto tu despertar que de negro se disfrazó,
amaneceres dolosos en playas de cristal,
donde los deseos rompen contra un erial.

Más ahora ya estás en paz,
alma bella que moras en la Luz,
alma inmortal,
legando el crisol de tu gemebundo caminar:
proyectando Amor y Fraternidad.

                                                         Mar Solana

A Jorge

Con dolor,
tras dolor nacido.
Hijo del trueno y de la cárcel preso,
cuerpo de amapola,
finalmente vuelves a ti mismo.

Es seis de mayo, y el cielo
llama a sus hijos
de sol y pluma,
de pincel herido.

A la luz de las estrellas,
de hongo y polvo alimentada,
la palabra muerta
yace sobre los escombros
de sangre y plata.

Termine el silencio callado.
Suene el lúgubre tambor.
Solo,
el cuerpo sesgado,
la cama vacía,
la ventana abierta al ahí mismo.

¡No más, no más!
A mí los recuerdos,
a mí lo perdido.

Vierta la pena su cristal de lágrimas.
Es seis de mayo, y te has ido.

                                         Tu prima Eva




Comentarios de los lectores

Este libro significa mucho para mí, por su carga sentimental, por las maravillosas reflexiones de Jorge, por el testimonio directo de la tan dura experiencia de la droga... Además se desprende del libro que debió ser una persona fantástica, con una mente muy dotada para la cultura.



Después de haber leído todo el texto, no tengo palabras para expresar todo lo que Jorge me ha hecho sentir a través de su maravillosa capacidad de expresión; además, es impresionante comprobar como entre tanto dolor y agonía existente en estos relatos abunda ese deseo de vivir a toda cosa, pero por desgracia su adicción era una bestia que entiendo no podía controlar.

Mario


Me hubiese encantado conocer a Jorge (aunque el libro nos desvele la parte mas atormentada de su vida) me hubiese gustado mucho tenerlo delante, poder mirarle y descubrir lo que piden unos ojos cuando sufren, y mas cuando es por esa enfermedad y por los prejuicios vengan de donde vengan.


Es una historia de tristezas del alma pero también de lucha y supervivencia por querer ser como los demás. Lo triste es que no sabían que el ser diferentes les hacía especiales. Para mi son seres mágicos, que entran en nuestras vidas para hacernos ver lo maravillosa que es, aunque el dolor de su marcha sea casi insoportable de llevar. Solo espero que estén donde estén, y estoy segura que será un lugar como ellos (mágico) estén felices y sea allí donde encuentren lo que no pudieron o no supieron encontrar aquí.


Gracias por no olvidarlos y que a través de Jorge y de su blog la gente pueda conocer, entender y sobre todo pueda aprender a diferenciar el significado entre enfermedad y vicio. Que aprendan a respetarlos como lo que son, seres humanos, personas que necesitan ayuda y una segunda y porque no una tercera oportunidad, que les tiendan la mano cuando lo necesitan y que los abracen y los mimen cuando no vean otra salida en su vida mas que la de desaparecer, hacerlos sentirse queridos, pero sobre todas las cosas... personas.

Gracias a ti Jorge, porque por medio de tus cartas, de tus sentimientos, de tus miedos, de tus bonitas palabras, mucha gente pueda entender lo que realmente es esa horrible enfermedad y pueda existir un poco mas de compasión en sus corazones. Gracias por haber existido, gracias por tu sensibilidad en tus poesías y sobre todo, gracias por darnos (como tantos seres mágicos) una lección de vida.


Lucía


En cierto modo, Jorge llegó a ser un poco como ese Lorca que no encontraba su lugar, que se sentía incluso extranjero en su propia casa... Creo que este mundo y sus habitantes éramos demasiado pequeños para él... Toda su vida, creo, fue una búsqueda de un hogar y hasta cierto punto creo sin duda que la melancólica Lisboa, con sus vientos de fados, hubiera sido su sitio. Como Babilonia fue el hogar de Alejandro Magno o Granada el de Lorca...


Lo que no hay duda, es que Jorge es un tsunami, una fuerza imparable de la naturaleza que ha conseguido arrastrarnos y llevarnos para siempre a muchos, y cada vez más, porque a diferencia de los tsunamis que pierden fuerza en tierra, el tsunami Jorge recobra fuerzas y va creciendo cuanto más penetra en la llanura. Está uniendo a mucha gente en un mismo espíritu y se está convirtiendo en una fuente de vida y de inspiración para la gente de mi generación. Jorge: la nueva luz que poco a poco va amaneciendo en una generación tan perdida como la nuestra, el tsunami que no se frena en tierra.

¿Quien sabe hasta donde hubiera llegado esta fuerza imparable de haber conseguido abandonar ese infierno que le consumía? pero también me pregunto si al tener una vida breve y tan difícil no ha hecho más...

Manuel G.R.



martes, 29 de diciembre de 2009

Videos de entrevistas para la exposición



Despedida de su madre Maribel González

Querido hijo:


Sotillo, 8 de mayo de 2003


Esta es una carta con sello de urgencia, y con destino: “el cielo”, ese cielo que tú andabas buscando a tu manera, y que tanto anhelabas.

Hoy despedimos tu cuerpo mortal, aquí presente, delante del único Dios que ya te ha salvado.

¡Hijo!, estamos toda la familia unida, desbordada de cariño y admiración por ti. Nuestra pena es muy honda. En esta Iglesia del Sotillo, donde tantas veces tu madre y tu abuela hemos suplicado por tu vida, ahora ya la tienes. La tienes allí en el cielo, donde gozarás de la paz y la alegría inmensa.

Es posible que tardemos un poquito en vernos de nuevo, pero tu espíritu se ha quedado aquí, nos has unido. Se ha vivido tu muerte con amor, con mucho amor. ¡Has podido por fin reunir a toda tu familia hijo!, ¡tu sueño se ha cumplido!

Todos contigo Jorge, para decir el último adiós a tu cuerpo en la tierra, esa tierra que tú tanto has disfrutado cuando eras pequeño, cerca del Hoyo, donde jugaste tanto. Estás al lado de las montañas, en el sitio que tú querías, rodeado de otros seres queridos que ya se fueron también.

Te has ido en primavera, y hoy el sol brilla para ti, y las flores del campo se alegran también en esta mañana porque ya tú descansas en paz.

Perdona hijo los fallos que todos hallamos podido tener contigo, tus carencias de afecto y comprensión hacia tu enfermedad. Nos quedan a todos tus cartas, cartas de un ser maravilloso que eras; la esencia de tu alma, que seguirá viva en nosotros hasta el momento final; el gozo de saber que sigues aquí, pero de distinta manera, y que tu recuerdo será permanente en nuestros corazones; y sobretodo, la certeza de que algún día celebraremos juntos el encuentro en ese cielo donde tú ya estás.

Hijo querido, desde el lugar de gozo donde te encuentras, pide tú más bien por todos nosotros. Ha ocurrido un milagro. Con tu marcha, nos has unido. ¡Eras grande cariño!, y sigues siendo grande. Ahora eres verdaderamente un ser de luz. Felicidades.

Un abrazo de todos con el amor más grande que se puede dar.

Tu madre




Cuadros de Jorge (parte 1)











Gritos de color rompiendo el silencio.
Alas, de tu roja sangre
derramada.
Luz, que por momentos,
vence la oscura noche
de tu alma.

Alzando tu voz,
renaces hoy en mi mirada.

Sofía Pereira
A Jorge en su exposición

Exposición de Jorge Brown

Tras una larga temporada en Portugal, siguiendo un nuevo programa de desintoxicación, Jorge Brown regresa a Madrid para recuperarse en su casa, donde fallece por sobredosis el 6 de mayo de 2003, a los 33 años.


Con inmenso respeto y amor, presentamos esta exposición que culmina un proceso en el que hemos querido rescatar su historia y su obra del olvido de la muerte a través de la recopilación de sus escritos en forma de libro, y ahora con esta muestra.

Los extractos biográficos y comentarios sobre la pintura que se muestran a continuación han sido extraídos del libro El silencio hecho palabra, Ediciones Obelisco, en el que se han recogido gran parte de sus diarios.

Querido Jorge, gracias por no irte con las manos vacías. Tus escritos y tus cuadros serán el mejor testimonio de tu paso por la vida.

***

Mi pintura se volvió muy introspectiva; era como una radiografía de mi interior. Sacaba a relucir los miedos, los sentimientos y los deseos que nunca había expresado. Todo lo que había intentado enterrar en mi pasado empezó a salir en cada movimiento de mi pincel, en cada color que elegía. Caras, expresiones que gritaban en agonía, figuras retorcidas, hombres y mujeres tullidos, faltos de alguna realidad que les ayudara a caminar.



Mis esfuerzos por engañar y esconder se quedaron en un corto suspiro de agonía. Era incapaz de seguir pintando. La desesperación, la apatía, la vergüenza y el miedo vinieron galopando desde el punto donde los había abandonado. Perdí las fuerzas, y la farsa se me vino abajo. Las drogas ya no pintaban de colores, sino todo lo contrario; empezaron lenta y progresivamente a oscurecerlo todo, hasta que la luz se apagó, y los pinceles se quedaron en el armario de los deseos.



Esto que os ofrezco son pedazos de mis entrañas sacados de las vivencias, sentimientos y fantasías que han rodeado mi vida a través del tiempo. Años de búsquedas y vacíos, años de batallas contra el monstruo gigante de la adicción, años de tristeza, años de sueños volando entre las nubes…




El silencio hecho palabra por Jorge Brown

A Jorge


Una vez nos pediste que cuando te marchases, hiciéramos algo con tus escritos. Aquí los tienes.

Este libro es tu historia. Una historia llena de soledad, de silencio, de sufrimiento. Una historia que yo he trascrito y adaptado para cumplir tu deseo. A lo largo de estos meses te he sentido a mi lado, casi escribiendo el libro conmigo, ayudándome a encontrar textos, títulos de las obras, fotos, portadas… Ha sido una experiencia maravillosa para ambos. Los dos hemos compartido. Los dos, hemos aprendido. Sé que esta retrospectiva te ha ayudado a comprender un poco mejor la experiencia que ha sido tu vida, las razones de tanto dolor, de tantos silencios.

Gracias por poner en mis manos “a tu particular manera” todo este extraordinario material que me ha enseñado tanto sobre ti y muy especialmente sobre mí misma. Ahora sólo espero que -como yo- puedan otros muchos, por medio de estas páginas, beneficiarse de tu experiencia, comprenderte, y comprender a otros que estén pasando por el mismo calvario.

Tu silencio se ha convertido en palabra.

Gracias, amigo.


Tu tía Sofía, “Tochi”